Tarán!! muchos mil meses después les vengo a traer la respuesta

Sí, si; una disculpa lo siento... ¿Pero qué creen? ¡eureka! Lorena ha encontrado la solución :)

Y no, lamento decirles que no estuvo en la cocina... Sinceramente dejé el tratamiento; yo no soy muy constante en ese tipo de cosas y pues fallé.

Tiempo después -como por ahí de octubre si mal no recuerdo- compré un gel de ducha con exfoliante que ¿qué ocurrió? Creo que lo inexperta que era y/o tal vez el producto sólo funcionó las dos o tres primeras veces. Y la verdad siera algo rudo con mi piel, probablemente el grano de sal estaba muy grueso. Debo confesar que la piel en general sí me quedó más lisa, pero mis codos siguieron igual.

Hace como un mes, o tal vez un poquito más, agarré una oferta del súper en la que venía una crema de colágeno de St. Ives y un exfoliante facial de chabacano de la misma marca y ¡oh sorpresa! piel suave al instante.

Y para el día de mi cumpleaños, una de las maestras me regaló un gel de ducha exfoliante de Mary Kay, que en definitiva me encantó; desde el delicioso olor, hasta la suavidad con la que los ingredientes exfoliantes actuaban.
  
Ahora el know-how; ¿Cómo lo utilicé? Pues decidí que en lugar de cualquier jabón, iba sólo a utilizar el dichoso gel, y después del baño usar la crema que me había auto-regalado. El primer día exclamé ¡Jamás había salido tan olorosa del baño! jaja. La verdad fue una experiencia de sensaciones muy placentera.

Y hasta hace unos pocos días se me ocurrió voltear a mis codos y ¡Oh sorpresa! mis codos ya no eran ásperos ni grisáceos; siguen un poco ennegrecidos, pero creo que eso es pigmentación de la piel -ya que mi papá está igual jaja-
 Quitando las poses cholas muestra codos...

 

¿Qué puedo decir? Usar un gel exfoliante de ducha y una crema de cierta calidad, funcionan ;)
Así quedé!!!
 Para Navidad, una de mis alumnas me regaló una crema de la misma marca pero con otros ingredientes, ya que la pruebe les contaré si corrí con la misma suerte.

Saludos!!!!